Orar por nuestros difuntos
Oración
Dios de infinita misericordia, confiamos a tu inmensa bondad
a cuantos han dejado este mundo hacia la eternidad,
donde tú esperas a la humanidad entera.
No mires, Señor, tantas pobrezas, miserias y debilidades humanas
con las que nos presentaremos ante ti.
Levanta sobre nosotros tu mirada piadosa
que nace de la ternura de tu corazón,
y ayúdanos a caminar en el camino de una completa purificación.
Te confiamos Señor las almas de nuestros seres queridos,
de las personas que han muerto sin el consuelo sacramental,
o no han tenido manera de arrepentirse ni siquiera al final de su vida.
Nadie haya de temer encontrarte, después de la peregrinación terrenal,
en la esperanza de ser acogidos en los brazos de tu infinita misericordia.
La hermana muerte corporal nos encuentre vigilantes en la oración
y llenos de todo el bien hecho en el curso de nuestra vida
Señor, que nada nos aleje de ti en esta tierra,
sino que en todo nos sostengas en el ardiente deseo de reposar
serena y eternamente en Ti. Amén.
Señor, te pedimos por nuestros hermanos ancianos. El valor de la vejez en la existencia humana tiene una trascendencia en nuestras vidas, a veces al encerrarnos así mismos y vivir al margen de ellos lleva a la degradación física y mental de nuestros ancianos y perturba nuestro entendimiento en ayudarlos tendiendo a que ellos se vuelvan pesimistas y resignados ante la vida.
San Pablo a Timoteo 2, 8-13
Querido hijo:
Acuérdate de Jesucristo, que resucitó de entre los muertos y es descendiente de David. Esta es la Buena Noticia que yo predico, por la cual sufro y estoy encadenado como un malhechor. Pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso soporto estas pruebas por amor a los elegidos, a fin de que ellos también alcancen la salvación que está en Cristo Jesús y participen de la gloria eterna.
Esta doctrina es digna de fe:
Si hemos muerto con Él, viviremos con Él.
Si somos constantes, reinaremos con Él.
Si renegamos de Él, Él también renegará de nosotros.
Si somos infieles, Él es fiel, porque no puede renegar de sí mismo.
"Yo soy el pan de vida" - Coro Cantaré