Oración
Señor Jesús,
Tú siempre te mostraste amigo de los pequeños,
de los pobres y de los excluidos:
Tu amor te llevó a identificarte con ellos
y a permanecer presente en ellos: Estuve en la cárcel y viniste a verme.
Ante este gesto tan difícil te pido por los presos de hoy para que:
No piensen que porque la sociedad los condena, Tú los rechazas.
No renuncien a su dignidad de personas e hijos de Dios.
No pierdan nunca su libertad interior.
No se desesperen ni caigan en depresión.
No renuncien a esforzarse contra todo tipo de opresión e injusticia.
Tomen conciencia de su conducta.
Luchen por su vida y por su reinserción.
No sean abandonados por sus familias y amigos.
Que esta experiencia de privación de libertad
puedan vivirla desde la fe con la esperanza de un futuro mejor.
Amen.
Señor, te pedimos por nuestros hermanos privados de libertad. Pedimos las personas que han sido privadas de libertad injustamente, para que se haga la voluntad de Dios por encima de los errores del juicio humano. Haz que reciban de todos nosotros el respeto y atención debidos a su dignidad como personas y como hijos de Dios.
Mateo 25, 34-40
Venid, benditos de mi Padre, a heredar el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, era inmigrante y me acogisteis, estaba desnudo y me vestisteis, estaba enfermo y me visitasteis, estaba encarcelado y vinisteis a verme. Los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber, inmigrante y te recibimos, desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y fuimos a visitarte? El rey les contestará: Os aseguro que lo que hayáis hecho a uno solo de estos mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis.
Siervas - Reencuentro