#yomequedoencasa
En este tiempo de emergencia sanitaria nos unimos a tantas personas enfermas que están sufriendo en su persona esta difícil situación, también a sus familias, al personal sanitario que los está atendiendo y a tantas personas que con su trabajo diario están contribuyendo a sostener esta situación. En muchos lugares las Iglesias están cerradas o no hay posibilidad de poder celebrar comunitáriamente la eucaristía. Por ello te ofrecemos esta propuesta de oración, que puedes hacer personalmente, a través de la meditación de la pasión del Señor orando y contemplando las estaciones del Vía Crucis.
9ª Estación: Jesús cae por tercera vez
G. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
T. Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.
L. Simón de Cirene hizo lo que pudo, pero Cristo volvio de nuevo a caer al suelo bajo el peso de la cruz. Incluso en nuestras vidas sucede que debemos parar, agobiados por el peso de nuestras labores diarias. Hacemos lo que podemos, pero al final nos tenemos que detener y aceptar la situación de vulnerabilidad que nos llega. Enfermamos y no encontramos el remedio. El médico hace lo que puede, y Dios hace lo que quiere. Así que nuestras fuerzas desaparecen y se aproximan a la muerte.
C. Enséñanos, Señor, a aceptar su voluntad, sobre todo cuando la situación que nos acecha nos sobrepasa y no llegamos a entenderla. Enséñanos a confiar más que en la medicina, en tu infinita misericordia.
Petición: Recordamos a las mujeres que sufren violencia de genero, las obligadas a prostituirse, las que son vendidas y despojadas de su dignidad. Jesús agota sus facultades físicas y psíquicas en el cumplimiento de la voluntad del Padre, hasta llegar a la meta y desplomarse. Cuantas mujeres se desploman en silencio, y se levantan cada día para vivir su propio calvario en soledad. Nosotros tenemos que ser la voz de las mujeres sin voz, aprender a comprender y acoger sin límites, sin juicios, descubriendo a la persona por encima de las circunstancias.
Padre nuestro ...
Oración
Padre nuestro y esperanza nuestra,
Te pedimos, oh Señor, que no nos dejes solos
para enfrentar todos estos riesgos
que amenazan nuestras vidas.
Quédate con nosotros, protege a nuestros seres queridos
y a todos los hombres de todo mal.
Oh Señor, danos tu cuidado paternal,
Protégenos del coronavirus y de otras enfermedades mortales,
Guarda y bendice nuestra salud.
Concede a nuestro mundo
Bendiciones de paz, seguridad y estabilidad,
Porque tú eres nuestro único refugio.
Oh María, madre nuestra, te rogamos, como siempre,Tu protección materna
en este momento difícil, no nos abandones,
porque tú eres nuestra amorosa madre. Amen ".
San Juan de Dios ruega por nosotros