Oración
Te damos gracias Señor,
por nuestro Padre San Juan de Dios,
por la Hospitalidad que él vivió y supo transmitirnos como don. Ayúdanos a vivir fieles a nuestro Carisma
en acción de Gracias y en actitud de constante servicio al que sufre.
Ruega por nosotros Bienaventurado San Juan de Dios.
Que por tu intercesión y la acción del Espíritu
vivamos en perfecta unidad el amor a Dios y al prójimo.
Señor, Tú que suscitaste en San Juan de Dios
el amor a los enfermos y necesitados,
y enriqueciste a la Iglesia con el Carisma de la Hospitalidad.
Te pedimos que nos configures cada día más
con el Cristo compasivo y misericordioso del Evangelio,
para que a pesar de nuestras limitaciones,
sepamos hacerte presente en la entrega de nuestra vida,
sirviendo siempre al hombre que sufre.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Como Juan de Dios, nosotros también nos sentimos también tocados por Dios para despojarnos de todo lo que nos impide seguirle más fielmente. Queremos que todos los que formamos parte de la familia Hospitalaria seamos día tras día testimonio de la misericordia de Dios hacia los hombres y por esto se lo pedimos al Padre que todo lo puede.
2ª CARTA DE SAN JUAN DE DIOS A GUTIERREZ LASSO
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra Señora la Virgen María, siempre entera. Dios ante todo y sobre todas las cosas del mundo. La presente es para haceros saber que me encuentro muy atribulado y con mucha necesidad: Porque, habéis de saber, hermano mío que son tantos los pobres que aquí vienen, que yo mismo muchas veces quedo maravillado de cómo se pueden sustentar: pero Jesucristo lo provee todo y les da de comer.
Además, siendo esta casa de carácter general se reciben en ella, sin distinción, enfermos y gentes de toda clase así que aquí se encuentran tullidos, mancos, leprosos, mudos, locos, paralíticos, tiñosos y otros muy viejos, y muchos niños; y esto sin contar otros muchos, peregrinos y viandantes, que aquí acuden, a los cuales se les da fuego, agua y sal, y vasijas para guisar de comer.
Por lo cual, hermano mío muy amado y muy querido en Cristo Jesús, es tal la situación en que me encuentro que muchas veces no me atrevo a salir de casa por las deudas que tengo; por otra parte, viendo padecer a tantos pobres, hermanos y prójimos míos, y con tantas necesidades, tanto corporales como espirituales, al no poder socorrerlos, quedo muy triste; pero a pesar de todo confío sólo en Jesucristo: estoy seguro de que él me sacará de apuros, pues él conoce mi corazón.
Hasta la locura : live Session