Oración
Y cuando huía desesperanzado,
me hiciste volver sobre mis pasos.
"¡Es verdad: ha resucitado el Señor!".
Me hiciste volver jubiloso al grupo de mis hermanos,
para unirme de nuevo a ellos y celebrar todos juntos
la alegría de la PASCUA:
celebrar tu presencia, Señor, entre nosotros.
Porque sigues bendiciendo el pan, partiéndolo,
dándote a ti mismo y siendo el centro de nuestra comunidad,
que contigo resucita.
Son la vida, la fraternidad y la esperanza lo que celebramos.
Otra vez la vida, la inocencia, la verdad, la luz.
Tu PASCUA es una manera nueva de ver, abrazar
y construir el mundo; una manera nueva de hacer la historia
desde la luz siempre nueva y recién hecha
del día supremo de tu Resurrección. Amen.
Creer en el Resucitado es resistirnos a aceptar que nuestra vida es solo un pequeño paréntesis entre dos inmensos vacíos. Apoyándonos en Jesús resucitado por Dios, intuimos, deseamos y creemos que Dios está conduciendo hacia su verdadera plenitud el anhelo de vida, de justicia y de paz que se encierra en el corazón de la Humanidad y en la creación entera. Creer en el Resucitado es confiar en una vida donde ya no habrá pobreza ni dolor, nadie estará triste, nadie tendrá que llorar.
Lucas 24, 1-9
El primer día de la semana, de madrugada, fueron al sepulcro llevando los perfumes preparados. Encontraron corrida la piedra del sepulcro, entraron, pero no encontraron el cadáver del Señor Jesús. Estaban desconcertadas por el hecho, cuando se les presentaron dos hombres con vestidos brillantes. Y, como quedaron espantadas, mirando al suelo, ellos les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado. Recordad lo que os dijo estando todavía en Galilea: Este Hombre tiene que ser entregado a los pecadores y será crucificado; y al tercer día resucitará. Ellas entonces recordaron sus palabras, se volvieron del sepulcro y contaron todo a los once y a todos los demás.
Resurrección - CLU -