El periodo de vacaciones es un tiempo que nos permite romper con la rutina diaria del año y dedicarnos a realizar otro tipo de cosas más distendidas. Los ritmos bajan de intensidad, parece como que tenemos más tiempo para dedicarnos a nosotros mismos. Pero también puede ser un tiempo propicio para el encuentro con Dios a través de la naturaleza, de reconocerlo en aquellas personas que a diario no vemos, de descubrirlo en los pequeños detalles sencillos.
Eclesiastes 3, 1-8
Todo tiene su tiempo y sazón, todas las tareas bajo el sol: tiempo de nacer, tiempo de morir; tiempo de plantar, tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar y tiempo de sanar; tiempo de destruir y tiempo de construir; tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de hacer duelo y tiempo de bailar; tiempo de arrojar piedras y tiempo de recogerlas; tiempo de abrazar y tiempo de desprenderse; tiempo de buscar y tiempo de perder; tiempo de guardar y tiempo de desechar; tiempo de rasgar y tiempo de coser; tiempo de callar y tiempo de hablar; tiempo de amar y tiempo de odiar; tiempo de guerra y tiempo de paz. [
Dani Martín - Que bonita la vida
Oración
Bendice Señor, este tiempo de vacaciones, de descanso.
Haz que sean días de fecundación en la vida de mi familia,
para el encuentro con nosotros mismos y con las demás,
para el ejercicio en nuestro cuerpo, que siempre nos fortalecerá,
para la lectura, que siempre nos brindará sabiduría,
para los viajes a lugares culturales
que siempre nos abren caminos a nuevas costumbres,
para el gozo inigualable que colma el corazón de las personas.
Convierte nuestras vacaciones en tiempos de búsqueda,
para que sean días de oro y tengamos tiempo para ti,
para el espacio de oración y reflexión,
Haz que en nuestras vacaciones de verano,
logremos navegar mar adentro y te encontremos a ti en los hermanos.
Amén.
